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El pianista, arreglista, productor y educador Antonio Adolfo, creció en una familia musical en Río de Janeiro (su madre era violinista en la Orquesta Sinfónica de Brasil), y comenzó sus estudios de música a los siete años. A los diecisiete años ya era músico profesional. Entre sus maestros se encuentran Eumir Deodato y la gran Nadia Boulanger en París. Durante los 60 realizó giras con los cantantes Leny Andrade, Carlos Lyra, Flora Purim, Wilson Simonal, Elis Regina y Milton Nascimento.
Adolfo es autor de canciones como “Pretty World” (Sa Marina) que han grabado Sergio Mendes, Stevie Wonder, Herb Alpert, Earl Klugh, Dionne Warwick y otros.
Ha editado más de 25 discos bajo su nombre. Como educador, ha estado enseñando música, especialmente música brasileña, en todo el mundo y ha escrito varios libros. En 1985 creó su propia escuela en Río (Brasil), ahora con más de 1.300 estudiantes, entre ellos los hijos y el nieto de Antonio Carlos Jobim.
El sello AAM Music que edita el disco, lo hace con todos los discos de Antonio Adolfo a nivel internacional. Es la sucursal estadounidense de la etiqueta brasileña Artezanal, que fue creada en 1977 por el propio Adolfo.
En “Jobim Forever” se acompaña de los mismos músicos que han participado en sus últimos discos con dos invitados, el baterista Paulo Braga quien tocó con Jobim durante varios años hasta su fallecimiento en 1994 y el cantante Ze Renato.
El álbum recoge éxitos de Jobim de los años 60, a excepción de "A Felicidade" (1959) y “Estrada do sol” (1958).
Qué mejor inicio de álbum que la famosísima "The Girl from Ipanema" a la que puso letra Vinicius de Moraes adaptada al inglés por Norman Gimbel. Se han hecho tantas versiones de este tema que es difícil hacer uno nuevo sin caer en repeticiones o extravagancias. Sin embargo Adolfo lo consigue y suena de forma diferente.
El arreglo de "Wave" se inspira en los que había realizado previamente para las cantantes brasileñas Elis Regina y Carol Saboya. Galvão y Rocha protagonistas con sendos solos.
Otro bellísimo tema, "A Felicidade", escrito para la película “Ofeo Negro”. El vocalista Ze Renato tiene una breve intervención. Según relata Adolfo: “Era 1959 y estaba estudiando en un internado en Río de Janeiro. Los fines de semana, cuando salíamos, escuchábamos música en la radio del coche de mi madre. En algún momento, me cautivó algo mágico que venía a través de la radio del auto: era la canción “A Felicidade”, de Jobim y Vinícius de Moraes, compuesta para la película Black Orpheus. Me dio una sensación que nunca antes había experimentado, un verdadero y profundo "amor a primera vista". A partir de ese momento, a la edad de 12 años, comencé a perseguir ese sonido con pasión”.
Continua con un Bossa lento, “How Insensitive”, donde Sadoc realiza un bonito solo de fliscorno, Martins hace lo propio con la flauta y Adolfo al piano. El arreglo brinda una bonita paleta de colores.
“Favela” es una bossa con matices blues. Los solos, excelentes, corren a cargo del saxo alto de Sinna y la trompeta de Sadoc. Adolfo marcando la pauta en todo momento. No se puede dejar de seguir el ritmo. Gran tema.
"Inutil Paisagem" ("Useless Landscape") originalmente con letra de Aloysio de Oliveira y adaptada al inglés por Ray Gilbert con el título "If You Never Come to Me". Adolfo la recrea en una versión donde él, Rocha al trombón y Martins al tenor, llevan el peso de la melodía.
Qué decir de “Agua de Beber”. Te levantará el espíritu (si lo tuvieras decaído).
"Amparo", se abre con los acordes de otra melodía de Jobim, “Por Toda a Minha Vida” interpretada por el piano y el bajo tocado con arco. Melodía melancólica, que nos relaja sin que podamos hacer nada para evitarlo.
Finalizamos con una composición de Jobim y Dolores Duran, "Estrada do Sol”, vals de jazz, también lento, como el anterior tema, que nos sorprende con el solo de flauta de Martins y un Adolfo muy inspirado. La trágica muerte de Duran parece que se deja oír en este arreglo de Adolfo. En la madrugada del 23 de octubre de 1959, después de un show en el club Little Club, la cantante salió a una fiesta en el refinado Clube da Aeronáutica. Al salir de la fiesta decidió cerrar la noche bebiendo y escuchando canciones en el Kit Club. La cantante llegó a casa a las siete de la mañana del día 24. Bromeó y besó mucho a su hija pequeña. Luego pasó los últimos cuidados con la empleada Rita: "No me despiertes. Estoy cansada. Duermo hasta la muerte", dijo en tono de broma. En el cuarto, sufrió un infarto fulminante.
Antonio Adolfo ha descubierto una nueva sensibilidad en la música de Jobim y la transforma, conservando toda su belleza original.